Ruta del Agua Guillena – Cuando Sevilla deja de ser llana

Pedro Chito

Todavía se notaba el fresquito en la mañana de Sevilla. Lo del verano es otro cantar. Estábamos en Sevilla pero pegaba la chaqueta. Guillena es un pueblecito encastrado a orillas de una loma. Llegas allí y no te imaginas que puedan tener desniveles como para hacer una carrera por montaña.
Pero te valen los cuatro primero kilómetros de la prueba para descubrir que El Gergal (embalse que también da nombre a la prueba) da una orografía y unas condiciones muy particulares al bello y tranquilo municipio sevillano.
Desde bien temprano mucho ambiente, buen cartel y llenazo para disfrutar de una carrera que puntuaba en la Copa Andaluza de carreras por montaña de la FAM.

El disfrute estaba servido. Pero la trampa también estaba puesta. Un primer sector de la carrera discurre sin demasiados desniveles, en un ir y venir de rampas que en ningún caso exigen demasiado hasta llegar al avituallamiento 3 donde empieza a poner la cosa seria de verdad.
Y es que hasta este punto se puede ir rodando cómodo y fuerte… Pero a partir de ese paso por la segunda presa del Gergal la cosa se ponía a mirar al cielo y la exigencia tanto en subida como en bajada terminaba por ponerte las pulsaciones disparadas.
¡Hora de disfrutar para los montañeros!

Los más jóvenes también tenían su carrera preparada. Los amigos de Guillena no querían que se fueran de allí con una sensación de carrera edulcorada, así que lo que hicieron fue meterle la última mitad y que se empacharan de subir y bajar desniveles a orillas del embalse y ya de vuelta para el pueblo.
Los chicos disfrutaron, pero el hachazo fue considerable y se noto en sus caras.
La victoria en categoría cadete fue para Francisco García Albarracín, que entró junto a Miguel Benitez como segundo clasificado. El tercer puesto fue para Igor García Anguita. El corredor del cerro completó una extraordinaria carrera.
En féminas la victoria fue para Andrea Arjona, como segunda clasificada estuvo la granadina Julia Rodríguez y el tercer escalón del cajón lo ocupó Lucía Algaba.
En esas también iban entrando un buen número de deportistas de la categoría de iniciación donde la victoria fue para  Marco Antonio Cuesta en categoría masculina y María José López en la categoría femenina.

Este año la Ruta del Agua de Guillena era puntuable en la Copa de Andalucía. Así las cosas se notó desde el minuto uno en el cajón de salida que los nervios estaban a flor de piel. La salida era neutralizada y había corredores que casi sin darse cuenta ya estaban adelantando a las motos, aunque los “perros viejos” estaban al acecho. Sabían perfectamente que la primera mitad de carrera era un trámite que había que pasar. La montaña venía del 15 al 30.
Al principio mucho control  por parte de los favoritos y, a ratos, diversión en el recorrido…
En este vídeo os cuento cómo vivi la primera parte de la carrera desde la moto de Joselito. Perdimos el casco, la próxima vez no me faltará…

En el balance de resultados hay que destacar el carrerón que hizo el montecorteño Alberto Guerrero después de mostrar sus credenciales desde el minuto uno. Eso sí, supo esperar su momento para levantar, finalmente, la cinta en Guillena. El cordobés Ángel Merino se esforzó hasta el último momento por intentar dar caza a Gamero y consiguió así un segundo puesto. Como tercer clasificado Andrés Viedma, que estuvo a gran altura y demostró estar en un momento dulce de forma.
En categoría femenina la victoria fue para Patricia Pineda. Como segunda clasificada entró la corredora de Priego de Córdoba Virginia Aguilera y la tercera plaza del cajón fue para Eva Sayago.

La carrera discurrió con total normalidad, aunque cierto es que a partir de las 12 de la mañana empezó a “atizar” el calor como sólo pasa en Sevilla. Eso provocó que los amigos de la organización y del Club Los Hijos del Viento tuvieran que andar controlando el último sector de carrera y muy pendientes de los corredores menos rápidos que, previsiblemente, iban a sufrir los rigores de un día primaveral que se tornó absolutamente veraniego.

Así las cosas había ganas de algo fresco y de disfrutar de un almuerzo entre amigos y compañeros en una quinta edición de la “Ruta del Agua” que terminó por sorprender a todos aquellos que no la conocíamos.
Sevilla es llana… sí, pero sólo a ratos.

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