La emoción en estado obligatorio. Así viví Mágina Top Trail

Después de 24 horitas en Granada de visita en casa de los suegros nos montamos en el coche de camino a Cambil (Jaén) para participar en una de las pruebas marcadas en rojo en nuestro calendario primaveral. Nos vamos a Mágina Top Trail, Campeonato de Andalucía de ultra trail.
Aterrizamos el viernes por la tarde en Cambil y desde la misma entrada al pueblo ya se palpaba el ambiente de las grandes ocasiones. En la recogida de dorsales, saludos, nervios, quinielas y ganas de que llegara la hora: Las seis de la mañana.
Buenos amigos por la zona con los que compartimos unas cañas y un rato de tertulia. Desde Zaragoza los amigos de Tempo Finito van a encargarse del cronometraje de la prueba. ¡Cuánto vale tenerlos cerquita en una meta! Solucionadores de problemas y extraordinarios profesionales.

A las cinco menos veinte suena el reloj. Me siento un minuto en la cama y hago las cuentas… “17 horitas de trabajo, probablemente sin apenas interrupción”… Una experiencia que una vez en la vida, no está mal…
Corralito cerrado y las caras dentro de él lo cuentan todo. Miro a Berzosa, a Cuevas y al Chileno, consciente de que los cuchillos en ese flanco estarán realmente afilados. Noelia Camacho sonríe a pesar de lo intempestivo de las horas. Siempre lo hace. No sé cómo, pero Noelia Camacho siempre sonríe. Hoy también era una premonición.
Arancha y Bea hacen lo propio, pero Belinda destila algo más de tensión. La cara de concentración de la corredora de Atarfe es un poema, aunque tengo claro que a su regreso lo hará con muchas ganas de bailar. Son sanas costumbres de las montañeras andaluzas.

Sale la prueba y desde la primera zancada el ritmo es exigente… ¡Qué locura! Quedan por delante 83 kilómetros con 9000 de desnivel y subiendo por encima de los 2000 metros en algunos puntos de la carrera. Está claro que va a ser una odisea.
De ahí buscamos un pequeño receso hasta las siete y media y nos vamos a otro punto para sacar tres pruebas más: Una maratón de montaña, una media y una 10 k.
Buen ambiente en todas las salidas y muchas ganas de disfrutar. En esas estábamos cuando empiezan a pasar los chicos de la ultra por allí. Para ellos era el kilómetro 25 y tenían avituallamiento. Lidera el Chileno en masculino. Por detrás Berzosa y Cuevas mantienen la guardia alta. Apenas un minuto de diferencia entre ellos. Por detrás Pimentel, Nono y compañía. Había machetes… sí señor.
Por su parte, en féminas, Noelia Camacho empieza a marcar distancias con respecto a sus rivales. La jiennense va con un pequeño pinchazo en la zona lumbar, pide réflex y suelta el frontal. Lleva otro como material obligatorio en la mochila. No encontramos réflex, así que Noelia tiene prisa y arranca la fábrica de sonrisas para pederse en mitad de las montañas. Por detrás esperábamos a Inma Mellado, Arancha o Belinda. Pero no llegamos a verlas. Ahí la distancia ya era considerable. Ahora viene el rock n roll… y nosotros con el corazón en un puño.
Volamos hacia la línea de meta, apañamos un bocata para poder desayunar y empiezan a entrar corredores de la 10k. Carrera rápida, casi asfaltera. No está de más, pero creo que 10k y 21k necesitan de una fecha diferente a la ultra. Entidad por sí mismas.

En la media nos encontramos con dos clásicos de las montañas andaluzas: Los Hermanos Mudarra. ¡Cuántos ratitos de gloria han dado al trail running andaluz! Gana Facha en la media y en féminas lo hace Silvia Lara con cierta comodidad.
Andrés Viedma y Ana Isabel Cánovas hacen lo propio en la maratón. Los corredores de la 42k que van entrando ya nos van ofreciendo algunas pistas de lo que es el terreno de Sierra Mágina y de un trazado preparado para picar y mucho en las piernas.
Recibimos referencias de la ultra y parece que Berzosa ha descolgado a su amigo Cuevas y arranca en la búsqueda de Pérez Torreglosa. Empiezan los nervios en meta. “Juntos Juan Pérez y Berzosa por Bercho… Bueno juntos no… 26 segundos…” nos comenta David Latorre de Tempo Finito.
26 segundos en una ultra es una mota de polvo cósmico. 26 segundos en una ultra no es nada… menos que nada… 26 segundos en una ultra apenas tienen entidad suficiente para existir por sí mismos.

En meta empiezan las cábalas y los nervios: a Pablo Castillo (neorider) le invaden nervios a ratos, Juanjo Montesinos (TRA) busca explicación a lo que haya podido pasar.
¿Será el Chileno que ha levantado el pie para no sufrir en la parte final y recuperar?
¿Será Berzosa el que está haciendo un descomunal esfuerzo para cazar al “choquero”?
Estaban todas las posibilidades abiertas. Rocío (pareja de Torreglosa) y Julia (pareja de Berzosa) se saludan encima del puente que daba acceso al recinto de meta como mostrando un exquisito respeto por el rival y por la gente que estaba cerca de él. Se miran y se sonríen un instante. Hasta la gente que no corre pero que apoya a quien lo hace, conoce la esencia de este juego. La mirada, el saludo y la media sonrisa que se dedicaron Julia y Rocío valían más que un cencerro de los gordos de UTMB.
Lo que iba a venir después nos iba a poner los pelos de punta: En un momento dado se pierde Torreglosa, da la carrera por perdida, pero en un alarde de optimismo decide apretar un poquito más a ver si es capaz de pillar a Berzosa que tan siquiera sabe que va primero. El Chileno consigue enganchar con Berzosa que apenas entiende que le adelante el onubense: -¿Te has perdido? No me digas- El villanovense es consciente de que Juan Pérez es muy rápido en las zonas donde se puede rodar y decide levantar el pie porque sabe que es muy rápido y que en cierto modo era una injusticia que perdiera ese campeonato por un despiste.
El Chileno tira de raza y Berzosa sólo alcanza ver como en los últimos kilómetros va desapareciendo la figura del onubense.
En el puente de las angustias (tal como podríamos bautizar a ese lugar) seguíamos esperando unos y otros. Finalmente se adivina la figura del Chileno al final de la calle y la gente de Huelva estalla en alegría.

Serio y agotado, Juan Pérez Torreglosa se proclama campeón de Andalucía de ultratrail. A los pocos minutos entra Berzosa con sus hijos. Es un caballero, sólo hay que escucharle hablar, se deshace en elogios con Torreglosa y reconoce su superioridad. Al rato entra Victor Pimentel que ha hecho su carrera de menos a más y en el último sector de carrera ha conseguido rebasar a José Antonio Cuevas que entra un poco más tarde.
Al rato empieza a caer agua con cierta intensidad, ya estamos pensando en recibir en meta a la ganadora de Mágina Top Trail. Podemos decir que no hubo la emoción que hubo en chicos por el simple motivo de que Noelia Camacho mantuvo una superioridad aplastante durante toda la competición. Lorenzo (pareja de Noelia) me chiva que por allí anda Rafael, el padre de la jiennense… Así las cosas, apañamos para que sea él el que imponga la medalla a Noelia. Llueve con más fuerza y allí aguantamos el chaparrón. A lo lejos un voluntario levanta la mano y señala al fondo de la calle. Cristina desde la mesa lanza el “bittersweet simphony” de The Verve y empiezan a sonar violines. A lo lejos viene Noelia sonriendo y al fondo sonríe Lorenzo manteniéndose en su papel de Juez principal de carrera. Está entrando la triple campeona de Andalucía de ultra trail y aquello ya se ha convertido en su cuento, en su propio cuento. Pero esta vez es todo verdad… es todo fruto de un trabajo constante y unas cualidades increíbles. La casualidad ha querido que fuera así: Loren como árbitro principal de la competición, su padre y su hermana allí, en su tierra… rodeada de amigos y de gente que la quiere.
Noelia llora de emoción y sus lágrimas se confunden con el agua que todavía resbala por su cara. Fuera llueve lo más grande. Rafael y su hija Noelia se miran y en la corta distancia que les separa ya no cabía ni un ápice más de ternura. Hace un buen rato que me he dejado invadir por la euforia y que no soy capaz de controlar lo que voy diciendo… hasta que por fin tomo su mano derecha a Noelia y la levanto gritando su nombre hasta dejar mis pulmones vacíos.

Han sido demasiadas emociones y pido a la buena gente de la organización (¡Qué bien nos han tratado!) que me arrimen una cervecilla. Estos ratos hay que celebrarlos… aunque estemos trabajando.
40 minutos tardó Belinda en llegar, pero el testimonio que nos dejó fue, como siempre, acojonante… Suena Lori Meyers, Ahá ¿Han vuelto? Y la corredora de Atarfe se desata y empieza a pegar botes y nos ponemos a bailar pegando saltos. Llevo como diez o doce saltitos y ya estoy cansado… ¿A esta mujer no se suben los gemelos o no le dan calambres? ¡¡¡Lleva 83 kilómetros, joder!!!
No se le cae la sonrisa. Busca a Manu en la distancia y le dedica toda la emoción de ese instante.
Al rato aparece Arancha Almazán, la corredora del Puerto de Santa María que sigue en estado de gracia y a la que se le nota que corre porque disfruta, porque se lo pasa bien, porque es feliz, porque ha encontrado una forma de evadirse de todo y sonreír.
Lo de Arancha esta temporada es digno de admiración y análisis. Ha estado cumbre de principio a fin.

Se va apagando la fiesta en el recinto de la meta poco a poco. Ya se va notando que la noche se va derramando por toda Sierra Mágina. Los voluntarios delatan el cansancio en su rostro, pero siguen operativos, ayudando, colaborando. Me quedo mirando a Laura, la fisioterapeuta… Es increíble el palizón que lleva esta chiquilla también desde esta mañana apretando gemelos, cuádriceps y algún tobillo.
Los corredores que van entrando en meta nos van contando de sus aventuras en la MTT. Nadie se imaginaba que iba a ser tan duro. Y en las caritas de los finisher se nota. Llevan todos una estocada importante. Llega a la meta una mujer mítica de las montañas españolas, Nerea Martínez. Poco se puede decir de esta mujer que no se sepa. Viene a correr con su amiga Maribel. Se lo han pasado en grande, se abrazan cuatro o cinco veces más y emprenden la salida del corralito de meta.
Ilde se ha ido a por unas pizzas y nosotros empezamos a pensar en el viaje de vuelta. Tenemos tres horitas por delante hasta Pizarra. Mañana se corre allí la primera edición de Trail El Santo y no nos lo queremos perder… pero ese, queridas y queridos, es otro capítulo que os contaré tan pronto como me sea posible.

Pero… ¿Queréis que os diga algo?
Me he puesto delante del “papel en blanco” para contaros esto… y tengo el pleno convencimiento de que es imposible alcanzar con palabras lo que vivimos tan sólo con un puñado de gestos…