Al levantar la persiana y mirar al cielo desde la calidez de mi dormitorio se encendió en mi un rayito de esperanza. -Hoy se corre el HOLE y la previsión da lluvia, ¿nos libraremos?- comentaba con Cristina.
Iluso de mi.
Abril siempre es abril y máxime en la Serranía de Ronda. Desde primera hora se veían las calles repletas de deportistas que, chubasquero en mano, miraban al incierto cielo rondeño buscando una respuesta a sus dudas con la ropa. ¿Chubasquero, cortavientos… bastones, camiseta térmica? Todo eran dudas.
Las bicis salen puntualmente. A las 9:30 ya estaban en marcha con ese buen humor que siempre lleva el gran pelotón. Los de arriba, como de costumbre, salieron a otra cosa, pero los de atrás llevaban su fiesta montada desde el minuto uno.
Los marchadores acumularon algo más de retraso porque hubo muchos corredores a pie que dejaron lo del dorsal para última hora, según nos decía la organización. Al final salimos con 20 minutos de retraso. Después senderistas y más tarde una legión de niños que aparecieron minutos más tarde en la Alameda colorados como tomates. Algunos padres y madres también volvieron colorados y otros, una minoría, volvieron morados casi. Los niños no tienen piedad con los ritmos. Esos sí que van a lo suyo.
La salida del HOLE siempre nos deja momentos vibrantes
La mañana ha jugado a los dados con el tiempo. Al menos esa era nuestra sensación: Ahora me nublo, ahora me despejo, ahora sopla frío, ahora cuatro gotas… Seguíamos en una casi desesperante situación de incertidumbre que nos tuvo con la barbilla alzada media mañana. “De allí viene negro” dijo algún paisano señalando a Grazalema… Y cuando vives en Ronda entiendes que si viene negro por Grazalema, el chaparrón es inevitable.
Pero cuando uno está al aire libre, siempre alberga esperanzas.
Carlos Olmedo y un servidor andábamos haciendo cábalas para ver quién atravesaría primero línea de meta, si una bici o un marchador. El extraordinario speaker especialista en BTT estuvo cumbre narrando la llegada de los corredores durante toda la mañana.
Finalmente fueron los primeros marchadores los que abrieron meta en una jornada que se preveía larga.
En lo que se refiere a hombres la victoria fue para Antonio Jesús Aguilar Conejo, seguido de cerquita por Viriato Ruiz Villegas y completando podio el corredor local Francisco Javier González Guerrero.
En féminas la victoria volvió a ser para Azucena Lopez Solano (que le tiene cogida la medida al HOLE), por detrás Teresa Velasco Castillo y la arriateña Beatriz Pimentel Marín.
El trail de 30k salió como un tiro y mantuvo un ritmo endemoniado en la cabeza de carrera
Azucena López Solano o una historia de amor con el HOLE
En esas estábamos y también empezaron a entrar bicicletas en línea de meta. El vencedor en la categoría masculina fue Jesús Perez y la ganadora en féminas fue Agnieta Francke. Las bicicletas que iban llegando a meta empezaban a darnos una idea de lo dura que se había puesto la carrera con el barro que ha castigado especialmente a las bicis, puesto que muchos ciclistas se han visto obligados a retirarse por cuestiones de mecánica.
Tenía mérito hoy permanecer montado en la bici subiendo por determinados puertos.
Muy disputada la victoria en BTT masculino
Agnieta volvió a tener en Ronda una ciudad talismán
Quedaba por discernir cómo se iba a resolver la carrera larga. El tránsito de bicis, corredores y senderistas nos daba algún respiro para ir mirando las referencias en puntos intermedios que nos ofrecía dorsalchip. La carrera era un mar de puñales. Un grupo de corredores importantes iban azuzándose los perros y dando un espectáculo sólo al alcance de aquellos que se suban al monte a seguir la carrera. Finalmente el corredor Joan Marc Falcó volvió a alzarse con la victoria en al línea de meta de la Alameda del tajo, por detrás con muestras de fatiga impresionantes llegaba Raúl Daza y en tercera posición entraba un Benjamín García que hizo una carrera honrada de principio a fin dándolo todo en cada lance.
En féminas la cosa también estuvo disputada, pero la ganadora siempre tuvo las cosas bajo control. Al menos fue la sensación que tuvimos en su llegada. Y es que Arancha Almazán mantuvo casi siempre una distancia solvente con la segunda corredora que cruzó la línea de meta, Belén González García, de la que hay que destacar su trayectoria ascendente en lo que llevamos de temporada andaluza. Se nota que está entrenando duro y dosificando con mucho criterio.
Por detrás entraba Ángeles María Bohórquez Ríos que volvió a dar muestras de su poderío en estas distancias que están entre la ultradistancia y la maratón.
Joan Marc se lleva el HOLE por segundo año consecutivo
Arancha Almazán pone la guinda a una temporada invernal plagada de éxitos
Y así estábamos, celebrando casi todo, cuando sobre las cuatro de la tarde se ha liado a caer agua y a hacer frío, poniendo la carrera tremendamente dura por detrás para esos corredores y corredoras cuyo objetivo era, simplemente, preparar los 101 kilómetros o disfrutar de una mañana bonita de hacer deporte.
Como siempre, en esta prueba se vivieron momentos mágicos, minutos emocionantes, ratos de risas y cachondeo y hasta una petición de matrimonio. En esta cita, en el HOLE, no suele faltar de nada.
Es la cita en la que se vela armas para una cita de las que se marcan en rojo en el calendario. Las caras de mucha gente de la que iba llegando a la Alameda delataba sin ningún lugar a dudas el deseo existente por estar en el campo de fútbol de Ronda esperando los “vivas” reglamentarios para afrontar la subida por la Avenida de Málaga.
Hoy en Ronda se respiraba “cientounerismo” contenido, se respiraba ganas de Alameda, ganas de pasar por Setenil, ganas de saber que guarda el Hacho de Montejaque para vosotros… Se respiraba, a fin de cuentas, ilusión por un tubo.
La misma con la que nosotros hemos intentado recibir a todos los corredores que hoy han rendido un bonito tributo a un cuerpo de élite que lleva 20 años poniendo a Ronda en la órbita deportiva cada mes de mayo.
