El corazón roto en 101 pedazos

Pedro Chito

Suspendida la XXIII edición de los 101 kilómetros de Ronda

Me siendo frente a este documento en blanco y vacío de palabras, en calidad de rondeño.
Ni como speaker, ni como contador de historias, ni como nada que no sea mi condición de nacido donde nacimos los del 78: En Santa Bárbara y mirando a la ciudad más bonita del mundo.
Y como rondeño que soy, me cuesta la misma vida imaginarme un segundo fin de semana de mayo sin los 101 kilómetros de Ronda.
Me cuesta pensar que no habrá vehículos militares de un lado para otro y me cuesta aceptar que el dichoso COVID-19 nos va a dejar sin uno de los fines de semana grandes en nuestra ciudad.

Y es la mía fue una generación que creció con aquella carrera que los legionarios organizaban de Ronda a Marbella.
Yo llegué a los 101 kms de dos maneras. Primero viviéndolo como medio de comunicación con Localia TV y Radio Coca. Fueron años de contarlo desde la barrera y de salir a grabar en un vehículo militar a distintos puntos una carrera donde por entonces ya participaban un buen número de locos y locas que buscaban “la gloria del ladrillo”.

Más tarde, allá por 2007, llegué de otra manera. De la forma que mucha gente me conoce y me reconoce hoy por hoy.
Recibo una llamada de mi compañero Miguel Ángel Mamely. Uno de esos amigos que se acuerda de uno siempre: -Chito, los de los 101 están sin speaker este año y me han pedido a ver si puedo ayudarles a buscar a alguien-
Yo acababa de quedarme parado y acepté la afrenta sin hacerme rogar. Aunque me daba bastante pereza estar tanto tiempo sin parar de hablar.
Quedé con el capitán Carmona en el Hotel Colón de la calle Jerez y hablamos de las condiciones, los honorarios y lo que tendría que hacer. Carmona me miraba y me animaba: -Te lo vas a pasar bien, chaval-
Y vaya si me lo pasé.
Durante aquella primera edición tuve cerca de mi a dos tipos que no voy a olvidar porque hicieron que aquello fuera mucho más fácil: El teniente Renedo y el Cabo Francés.
Aquello pasó, creo yo, sin pena ni gloria. Pero al año siguiente volvieron a llamarme porque les gustó el resultado.
Desde entonces vengo creciendo como speaker y narrador deportivo de la mano de los 101 kilómetros.

Esa es la historia de cómo llevo, literalmente, media vida entendiendo el mes de mayo de mi ciudad de esta forma tan bonita y tan especial.
Viendo a gente cumplir sus sueños o intentar alcanzar una meta que a la gente normal, que corre distancias normales, les parecería imposible de alcanzar.
Y es por eso que me ha cogido la madrugada hoy pensando en lo mucho que perdemos los rondeños.
Perdemos estar presentes como una de las pruebas con más participantes de nuestro país.
Perdemos ser la prueba que más gente quiere correr en nuestro país.
Perdemos un impacto mediático que ya quisiera cualquier corrida, cualquier feria o cualquier evento.
Perdemos el café que se toman unos, el bocadillo que se toma otro, el souvenir que compra aquel y la camiseta que se compra su amigo.
Perdemos el ambiente, la luz, la alegría, el entusiasmo, la camaradería, el buen rollo, la adrenalina, los reencuentros… ¿sigo?
Perdemos el entusiasmo clásico de los rondeños los días siguientes a la celebración de los 101kms donde todos arreglamos la bici o compramos unas zapatillas nuevas porque “EL AÑO QUE VIENE LOS HAGO…”
Perdemos la ilusión de una unidad que pone el 101% para que todo salga bien. La Xª Bandera, Caballería, los que vienen de Viator, los voluntarios. ¡Cuánto trabajo para que todo salga bien!
Perdemos la emoción del domingo por la mañana escuchando historias de gente que nunca jamás debió meterse en un berenjenal de aquellas dimensiones, pero que reciben la medalla y su sudadera con una devoción que roza lo enfermizo.
Perdemos todos… y perdemos tanto.

Personalmente os diré que, como muchos de vosotros/as, estoy preparándome para la que será, posiblemente, una de las épocas más duras de los últimos años.
Pero la actitud debe ser otra. Tiene que primar la esperanza.
Esto es una pájara que vamos a pasar todos: cientouneros, organización, autónomos, empresas…
El Coronavirus se va a llevar por delante buena parte del calendario andaluz de primavera (por no decir todo el calendario). Pero yo ya tengo la esperanza en lo que esté por venir.
Yo ya pienso que en mayo de 2021 volveremos a vernos. Ojalá sea como pretende el tercio: Un fin de semana con los ciclistas y otro con los marchadores. Así cabremos todos, así cabremos más.
No queda otra. Sólo soñar con mayo. Sólo soñar, otra vez, con Ronda, con Tierra Santa, con La Legión.
Nos queda eso. Soñar y creer que algún día volveremos con el espíritu de Sufrimiento y Dureza por bandera.
Mi más sincero reconocimiento al 4º tercio y sus responsables porque se han tomado las decisiones más coherentes posibles:
Una cancelación sin aplazamiento y otra oportunidad para los que han conseguido dorsal.
¡Que sí! Que era algo que estábamos esperando… Pero la realidad es que duele.
Duele hasta romperle a uno el corazón en 101 pedacitos.
Os dejo toda la información en la página de Canal Charry:
http://www.charrytv.com/noticias/ronda/deportes/la-legion-101-kilometros-ronda-xxiii-edicion-suspendida_3689

Como me dice un buen amigo cientounero que entiende y comprende el lenguaje de esta prueba: “Ni van a quitar el campo de fútbol, ni la Alameda… y si las quitan, todavía nos queda el monte y la primavera de Ronda”

Os dejo algunos de los momento que he vivido durante los 101 kilómetros y que he podido recoger con mi gopro para que todos/as sintáis esta prueba un poquito más cerca del corazón.

Subiendo la Ermita con Ramón Armada

La primera victoria de Joan Marc

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Domingo por la mañana con Oscar Pajares (entre otros tantos...)

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Previa cientounera con el equipo del 4º tercio de La Legión

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