Caminos de Hércules: La Gran Senda de la R.B.I.M

Pedro Chito

Caminar hacia lo rural

Los caminos, además de ser parte indivisible de nuestras vidas, se están descubriendo como una poderosa herramienta de desarrollo económico para las zonas rurales de una manera amable con el medio ambiente y sostenible en el tiempo.
Son muchas las iniciativas que en este sentido salpican nuestro territorio y que empiezan a verse como una bonita herramienta, como una oportunidad más para aportar frente al fenómeno de la despoblación rural que está azotando las zonas rurales de nuestro país.

Son muchas las motivaciones para mirar con optimismo hacia el futuro, como los datos que ofrecen los profesores universitarios David Moscoso Sánchez y  José María Nasarre Sarmiento:
“…en España existen 2 millones de senderistas habituales y 16 millones anuales de visitantes a espacios naturales protegidos, entre los que el senderismo se ha convertido en la principal demanda de uso y disfrute (ANUARIO, 2019; DATOS, 2019). Además, esta actividad se ha convertido en el tercer deporte más practicado en nuestro país, según el Consejo Superior de Deportes (CSD). Tan solo en Aragón, el senderismo genera un impacto directo de 200 millones de euros al año con motivo del desarrollo de esta actividad económica.”

Un camino para unirlos a todos

En este sentido, el Estrecho de Gibraltar es uno de esos lugares repleto de senderos y parajes vírgenes, albergando en su seno un rico patrimonio natural y cultural que lo convierten en uno de los lugares más emblemáticos del Mediterráneo.
Europa y África, oriente y occidente, dos realidades aparentemente contrapuestas, que en el Estrecho llegan a casi fundirse en una sola, convirtiéndose en mundos superpuestos, complementarios, con un gran abanico de elementos comunes que nos hacen viajar a través de la Historia, la naturaleza y los sentidos. Este crisol patrimonial ha sido recogido de manera excepcional por la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo (RBIM), única en su especie.

“Caminos de Hércules”, nace como una herramienta vertebradora de este legado, tendiendo puentes entre las dos orillas del Estrecho de Gibraltar, un territorio inigualable que merece todas las atenciones y como no, ser conectado de manera real, en una experiencia vital, humana y natural, única.
El mito de “Las Columnas de Hércules” representados por los montes Calpe (Peñón de Gibraltar) y Abyla (Jebel Musa) ha sido uno de los grandes motores espirituales de todo este proyecto, empujándonos e inspirándonos a ir siempre más allá (“plus ultra”).

De raíz

Y es que, desde el equipo promotor de este proyecto, llevamos años viviendo entre el “mitos” y el “logos”, entre lo legendario y lo razonable, confundiendo el sueño con la vigilia, lo imposible con lo posible, soñando con unir lo que otros separaron, pero que aún reside en el espíritu de muchas personas.
Caminos de Hércules es el resultado de todos esos sueños, una consecuencia natural de nuestro ADN, de nuestras raíces repartidas entre España y Marruecos, de las miles de horas a caballo entre las dos orillas del Estrecho más grande que conocemos, el de Gibraltar.

En una de esas “cabalgadas” hace ahora tres años, soñamos con este proyecto, con la idea de vertebrar la RBIM de manera permanente, con una gran senda, un sendero de largo recorrido, que pudiese permitir a otras personas el conocer de primera mano las maravillas de este territorio único en el mundo, de adentrarse en los lugares, paisajes y personas que nos mantienen vinculados a este espacio geográfico.

El proyecto

Caminos de Hércules busca unir, a través de un sendero de largo recorrido (GR), las dos orillas de un territorio legendario, llenando de sentido y contenido la conexión a pie de dos poblaciones de referencia de la RBIM, como son Ronda (España) y Chefchaouen (Marruecos), ubicadas ambas dentro de los límites de este Espacio Protegido.

Se trata del único sendero de largo recorrido (GR) intercontinental del mundo, pues atraviesa dos países (España, Marruecos) y 2 continentes (Europa y África), a través de 350 km repartidos en 13 etapas.

Un mar de atractivos

A lo largo de esas 13 etapas, Caminos de Hércules,  atravesará espacios naturales protegidos de enorme belleza y valor ambiental, como son los de Sierra de Grazalema, Los Alcornocales o el Parque Natural del Estrecho,  en territorio español, y el macizo del Jebel Musa, la Sierra del Hauz, Jebel Kelti y Parque Nacional de Talassemtane en territorio marroquí.

El caminante podría ver sus expectativas un tanto desbordadas ante el reto de conocer y entender los secretos que esconde este GR. No debe temer, en cualquier caso, porque cualquier visita a tan solo uno de sus rincones nos permitirá descubrir el sabor de lo auténtico.

La travesía conducirá al/la viajer@ desde la ciudad soñada, Ronda, hasta la perla azul del Rif, Chaouen, ambas rodeadas de sierras calizas y con un inconfundible sabor andalusí. Pero el camino, como siempre será lo mejor del viaje y estará repleto de sorpresas y merecidas paradas, como a las que obligarán paisajes como el de los Llanos de Libar, uno de los parajes calizos más notables de toda Andalucía o las vertiginosas paredes del Monumento Natural Cañón de las Buitreras. En la orilla marroquí, la visión del pequeño islote Leila o la llegada a Chauen desde el paso de montaña de Chouiat serán seguro también momentos inolvidables.

Perderse en los “bosques de niebla” colgados en el corazón del Parque Natural de Los Alcornocales, saborear unas chantarelas o experimentar la libertad en las interminables y doradas playas del Parque Natural del Estrecho, convertidas en una de las mecas del surf mundial, serán algunas de las experiencias que esperan en la orilla andaluza. Y si de autenticidad hablamos, basta con cruzar a la “otra orilla” y dejarse sorprender por el legado andalusí presente en las calles de la Medina de Tetuán (UNESCO) o seducir por la pintoresca localidad rifeña de Chauen, quien encaramada en la montaña es la puerta de entrada perfecta para descubrir una de las zonas rurales más vírgenes y encantadoras del Mediterráneo. Bosques de cedros y pinsapos tapizan las imponentes montañas del Parque Nacional de Talassemtane, uno de los últimos reductos del “rifeño”, lengua bereber hablada en esta región del norte de Marruecos.

En ruta

En estos momentos, el proyecto se encuentra en fase de desarrollo de la que esperamos dar novedades a lo largo de este 2020.
Mientras tanto, os dejamos el spot oficial de la RBIM para que podáis ir abriendo boca.
¡Buen camino!

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