Es una carrera con aromas casi navideños. Mucho cortaviento y zapatillas de estreno que los Reyes Magos dejaron debajo del árbol. Por delante un reto con más pinta de trail que de carrera por montaña, pero rodeados de las moles calizas de la Sierra de Villaluenga y Líbar.
La Urbana de Villaluenga es una cita ideal en el pueblo más alto de la provincia de Cádiz para echar un buen rato de deporte entre amigos.
El ambiente era festivo desde el minuto uno. No cabía un alma en las cafeterías del pueblo. Desayunos van y vienen… La carrera no sale temprano y da tiempo a entrar en calor con un cafelito antes de empezar con el trote.
En la línea de salida muchos saludos y buenos deseos. Estamos junto al polideportivo de Villaluenga del Rosario y metemos a todo el mundo dentro de una pista de futbito.
Salimos en breve
Bastante gallo en la carrera a pesar de las fiestas. Este año Alberto Gamero no pudo estar, pero sí Joaquín Guerrero. Al Zahareño se le adivinaban las intenciones desde el principio y llevó la carrera controlada casi desde el minuto uno.
Por detrás Kike Calvillo le presentó batalla el tiempo que pudo antes de caerse en un lance de la carrera y lastimarse el hombro. En segunda posición entró el jerezano Alberto Martino y como tercer clasificado estuvo Chema Romero.
En lo que a féminas se refiere nos llevamos la sorpresa puesto que una desconocida (para nosotros) Laura Ordóñez se impuso en un carrerón rapidísimo.
La corredora algecireña era una desconocida en el calendario de las carreras por montaña pero ha conseguido abrirse un hueco después de una magnífica actuación.
Lo curioso es que Laura es deportista desde siempre, aunque su disciplina fuerte es el piragüismo. Se noto el buen tono físico en ese sentido. Por detrás de ella entró Maria Ramírez, una habitual del circuito de Naturaventura. Como tercera clasificada una de las fijas también en este circuito, Noelia Castillo
Al final, un buen plato caliente para todos y un ratito de convivencia en la Alameda de Villaluenga. No faltaron razones para reír y para compartir en una mañana soleada de domingo que se prestaba a ello.