Los 101 kms de Ronda o sentir intensamente.

Pedro Chito

Así viví los 101 kms de 2018

Aunque son 101 kilómetros en 24 horas, en Ronda este evento dura una semana y pico. El martes ya se respiraba, ya se notaba, ya se sentía. Era inevitable esa explosión de personas inundando las calles de la ciudad como si de un volcán de lava se tratase.
El viernes por la mañana Ronda era ya un hervidero. Ni la corrida goyesca, ni Ronda Romántica. Los 101 llenar la Serranía a unos niveles incomparables.
Durante la mañana del viernes paseíto de reconocimiento por la zona nueva, por el Hacho de Montejaque con Miguel Ángel, Mateo y Marián.
“No se me antoja especialmente duro, pero aquí vais a venir con 80 kiómetros en las patitas”. Y vaya si se notó el Hacho.
Por la tarde paso obligado por la Alameda del Tajo para disfrutar de la gente que a esa hora iba macerando los nervios y compartiendo ese camino tortuoso de entrenos y sacrificios hasta llegar a ese momento, el viernes de los 101. Muchas fotos, muchos selfies, buenos ratos de charla y las preguntas típicas en la cabeza.

La Legión estrenaba arco de meta en esta edición

Hay detalles cientouneros para todos los gustos

Con dos ciclistas ilustres. Por lo menos en mi casa...

"Los Caracoles" taberna que es meeting point en las previas de los 101 kms

Hicimos un esfuerzo por quitarle un poquito de hierro a tramo nuevo del Hacho, pero se notaba entre los cientouneros/as ese respeto a esos nuevos 230 m de positivo que acumulaba la carrera en el kilómetro 80.
Nos marchamos de la Alameda casi de noche, con la Fiesta de la Pasta en marcha para acudir a la tradición propia de degustar una hamburguesita de rabo de toro de Casa Mateos. No lo podemos considerar carga de hidratos, pero Joe (Subbética Outdoor) y Miguel Ángel (Madrid-Sierra Abuela) no me dejaron otra opción. Este año teníamos overbooking pero estábamos contentos, compartíamos espacio con Luismi Ochoa (8A), Nacho López Lendinez (BTT) y John Ortiz (Fotógrafo).

Prohibido no sonreir

Sonrisas con buenos amigos venidos desde todas partes

Suena el despertador a las siete de la mañana y quince minutos. Apenas acabo de abrir los ojos y me doy cuenta de que es el gran día, son los 101 kilómetros de Ronda.
Desayunamos y salimos para el campo de fútbol. La zona 0 de la salida de los 101 está a tope de coches y de gente. Unos montando bicis, otros buscando un sitio para desayunar, otros haciéndose fotos y otros enganchados al teléfono explicándole a un tercero dónde están ahora mismo.
Es el mercado persa del deporte. Gente de toda España, de todo el mundo. Todos pensando en estar dentro del cajón ya.
Caminamos hacia la salida y nos encontramos con los chicos de Jero Music. Aquel sitio suena así porque Jero y Viru ponen mucho de su parte para que así sea. Todo listo y preparado. Suena “I don’t want to miss a thing” de Aerosmith y comienza la arenga de arranque. Y ahí es donde empiezan a pasar los minutos a una velocidad de vértigo. En menos que canta un gallo estamos en la cuenta atrás de las bicicletas. A la salida me meto en fango y no consigo salirme y orillarme hasta que no estoy fuera del campo de fútbol. En esa salida no puede uno confiarse. Y empieza esa especie de baile de máscaras donde cada uno grita en el micrófono lo que quiere. Llevo un buen rato con la gopro y el micro en la mano. Se nota el aumento de dorsales. El ambiente ya no puede ser más bonito.

Compañeros de equipo de Pizarra

¡En marcha las bicis!

Entrevistando a Joan Marc antes de salir

Ambiente cientounero

Sonidos de la banda de guerra del tercio

Se marcha la última bicicleta y se empieza a montar el corralito de marchadores. Muchos nervios y tensión por delante de los que quieren coger un buen sitio para evitar tapones, cuando se abre la cinta de acceso al tartán se incorporan algunos corredores y equipos al cajón. A pecho descubierto. Hay silbidos y quejas de algunos de los corredores que llevan un buen rato esperando a que se abra el corralito. El tema de los cabezas de serie siempre es delicado.
Vemos muchas caras conocidas que van a intentar disputar la prueba: Benjamín, Nono, Joan, Patricia, Julio, Ana… La concentración delante es máxima, aunque todavía queda tiempo para alguna broma y el sentido del humor. ¡Que se note que estamos en los 101! A partir de las once menos cuarto comienza el homenaje al Teniente Muñoz Castellanos. El campo de fútbol en silencio impresiona. Suena un toque de oración y a continuación se entona “El novio de la muerte”. El momento es singular. No recuerdo nada parecido. Es el mismo “Novio de la muerte” que se canta en las procesiones o en el homenaje a los caídos de cada sábado legionario que me ha tocado cubrir. Pero hoy es diferente. Hoy lo cantan los legionarios y lo canta la gente. Desde luego el que inventó los 101, inventó el vínculo perfecto entre Legión y sociedad. El que no me crea es porque no ha vivido ese momento.
Viene la salida y la arenga de Martín Cabrero. Estoy nervioso. Noto como suben y bajan cosquillas de arriba abajo. Durante el rato que dura la arenga me pierdo en la mirada de Nono. Esa mirada de las grandes ocasiones. La concentración del guerrero. Cerca está Joan Marc. No está en primera fila porque supongo que sabe que no necesita estarlo. La foto que espera Joan es la de la Alameda. Y lleva trabajando para eso durante muchos meses.
Cuenta atrás y sale la carrera. Ahí comienza la dura letanía, el luchar con los que ante el fervor quieren coger el micrófono y gritar algo con todas sus fuerzas, son minutos de bastante angustia, de empujones, de tirones, de adrenalina en formato sport.
Empiezo a ver la cara de algunos Susmurais. “Esto se acaba” pienso. Y efectivamente, en el vagón de cola los de siempre… disfrutando, saboreando la esencia de los 101.
¡Qué extraña magia negra tiene este momento! Sufro como un condenado pero todos los años acabo dentro… No sabría explicarlo.

¡Disfruten de este día!

Los "vivas" reglamentarios

Armada y Martín Cabrero

Un ratito de relax antes de arrancar

Ese día sobran las palabras

El cientounero vive los minutos del campo de fútbol

El corazón a más de 200...

A continuación salen los niños e inmediatamente recogemos y nos vamos. Pasamos por casa, metemos en el coche algunas cosas y del tirón para la Alameda. Quillo Márquez y José María Sánchez vienen juntitos y entran en meta sin esprintar. Se saludan una vez allí.
Es una de las primeras veces en muchos años que no recibo al de Ojén en solitario y lo primero que hace es reconocer el mérito del ciclista de Morón. Sánchez está contento. Para un biker entrar arriba en los 101 con Márquez sólo puede ser un regalo.
Otra vez el nivel de los 101 en BTT está por las nubes. Seguimos recibiendo a corredores durante un buen rato y vemos aparecer las motos que acompañan a la primera fémina. Agnieta Francke sonríe y disfruta de su entrada en meta. Ha estado preparando a conciencia los 101, ganó en el HOLE y hoy remata el trabajo de mucho tiempo con una llegada a línea de meta espectacular. Está feliz y no necesita sonreir, porque con el brillo de sus ojos lo está contando todo. Se ha impuesto en Ronda con claridad. Ni sabe disimular ni quiere disimular que está feliz.
A partir de ahí el rosario de corredores que va llegando a la Alameda del Tajo va creciendo por momentos. Muchos ciclistas magullados. El hacho ha hecho mucha mella en algunos de ellos y vienen rotos, temblando, exhaustos. No hay más que verles las caritas: La carrera ha ganado dos puntitos de calidad con los cambios. De eso estoy convencido.

Quillo Márquez con su hija

Sánchez y Márquez saludan al coronel

Alejo Fuentes hizo una gran carrera

Agnieta Franke ganó los 101 en BTT

Robin Driehuijs a su llegada a meta

Encarni Guerrero logró un meritorio tercer puesto

Momentos con sabor a bici

A pesar del esfuerzo, sonreír

Los debutantes absolutamente felices de haber hecho "Ronda"

Empieza a aterrizar público en la línea de meta, se acerca uno de los momentos mágicos de los 101 kilómetros: La llegada del primer marchador. Se masca la tensión y prácticamente todo el mundo está pendiente de la app de seguimiento de la carrera. Joan Marc acaba de dejar a Julio y por detrás viene Nono a cuchillo. Entre las féminas Ferreira lidera la clasificación y tanto Ana Cerván como Patricia Scalise vienen luchando en un pañuelo con una buena grupeta de mujeres. ¡¡Qué igualadas parecen las fuerzas entre las chicas, va a estar precioso!!
“Joan Marc en el Puerto de las Muelas” leo en el Whatsapp de la organización. Otra vez los nervios. Otra vez Joan Marc. Aguanto un rato en meta cogiendo a ciclistas que siguen llegando. Hacha Vikinga le ha pedido a Carmen Walkiria que se case OTRA VEZ con él. Muy grande nuestro Hacha. Pasan cosas en meta excepto el tiempo.

Se me ocurre gritar “Musho Betis” en un guiño a algunos compañeros verdolagas que tengo por allí. Un fotógrafo en automático de ningún medio se viene arriba y me llama la atención “Tú no tienes por qué animar al Betis, te estás equivocando” me dice con tono paternalista. “Ya veré yo a quién animo y a quién dejo de animar. Haga usted su parte y yo hago la mía” le contesto yo. Ahí se queda la cosa. Anécdotas más o menos curiosas que te pasan a veces. En los 101 se viven momentos cojonudos pero también hay quien no sabe estar.
Se hace largo. Viene Borja Cobelo y me pregunta si tengo referencias. “Joan en el Barrio de San Francisco”.
“Ahora sí, me voy a la puerta de la Alameda”. Camino despacio hacia la puerta de la Alameda y la gente pregunta “¿viene ya?”. Asiento levemente con un gesto y una sonrisa. Este instante nos gusta a todos y todos queremos disfrutarlo. El paseo central de la Alameda está de bote en bote y en la calle Jerez pasa lo mismo. Va a ser épico.
A lo lejos se adivinan las luces de las motos. “Vamos Joan que ya lo tienes” pienso. Se hace eterno. Largo… y apenas son 300 metros.
Salgo corriendo hacia a él y le grito en la cara cosas que no recuerdo y Joan me mira me sonríe y cierra el puño derecho con rabia.
Apenas unos 200 metros le separan de la gloria.
Corro a su altura pero alejado de él, pegado a la valla izquierda. El privilegio de sentir a su paso el rugido del público no tiene nombre. Cruza la meta y Ramón Armada le impone el chapiri por segundo año consecutivo. “Este coronel no ha conocido a otro ganador de los 101”. Tiene su mérito por parte del valenciano afincado en Málaga, eh.
Hay una nube de fotógrafos que quiere llevarse ese momento. Impresiona verlos amontonados buscando la imagen. Es una de las imágenes del día.

Joan Marc vuelve a demostrar ser un especialista en la distancia

El abrazo con el coronel Armada

Marc volvió a vestir el chapiri en la línea de meta

Aparecen la madre, el padre, la hija y la mujer de Joan. Maribel (su mujer) lo mira desde una distancia prudencial mientras abraza a sus padres. En ese espacio de tiempo coinciden sus miradas y se lo dicen casi todo. “Otra vez, Joan” supongo… o algo así. Eso queda para la intimidad de los que saben decirse las cosas mirando.
Sigo hablando con el piloto automático puesto mientras esto ocurre. No sé parar de sonreír.
Hablamos con Marc y nos cuenta todo con absoluto detalle. Ha sufrido, pero aquí está. Una vez más la estrategia de hacer su carrera sin importar lo que ocurra a su lado.
Esa estrategia vale para cualquier ultrero. Cada uno su carrera. Su velocidad. Sus ritmos. Pero no siempre pasa. A veces nos equivocamos… ¡¡que para eso somos humanos oiga!!
Por detrás entraron Antonio Cayetano Ortega “Nono” que culmina con esto una temporada larguísima con extraordinarios resultados y Julio Rey que quiso seguir el ritmo de Marc y terminó por desinflarse.

Marc abraza a sus padres en su llegada a meta

Martín Cabrero con Nono, segundo clasificado

Julio Rey saluda a los legionarios al llegar

Joan Marc con su mujer y su hija

Por detrás sigue la batalla en chicas. La carrera femenina nos ha hecho el camaleón unas cuantas veces. No habrá nada decidido hasta el último momento.
En esas entra el primer equipo, el procedente de la Academia General Militar de Zaragoza. Emoción y disciplina entre ellos. Muy cerquita entra el equipo del 4º tercio. Defendían la “corona” de haber ganado el año pasado y lo han hecho con creces. Carrerón con mayúsculas de los rondeños. Correr con la presión de hacerlo en la prueba que organizan tus propios compañeros es mucha tela, pero a pesar de todo, superaron el envite con buena nota.

Cerquita de ellos llega el equipo del tercer tercio. Intento hablar con uno de sus integrantes que más o menos me dice con un gesto poco menos que mejorable que no está de humor.
Otro de los integrantes intenta atenderme con un poquito más de cariño. No hubo suerte, esperaban estar más arriba pero no pudieron. Puede pasarle a cualquiera. Enhorabuena en cualquier caso. El hecho de estar en el cajón en la modalidad de equipos ya es algo que hay que celebrar.

El equipo de la Academia General Militar fue el ganador de los 101

Meritorio segundo puesto para el 4º Tercio

El equipo del 3º Tercio obtuvo un tercer puesto

Más imágenes en las horas de ebullición de los 101

Jesús Gutierrez feliz por participar en los 101

Empiezan las horas de la tensión. Joan lo tenía más o menos dilucidado pero en féminas había estado todo bailando hasta el último momento. Suenan sirenas a lo lejos y aparecen las motos. Es Ana Cerván y viene como loca. Finalmente ha conseguido superar a sus rivales y se ha plantado solita en la línea de meta de Ronda. Ana está flipando con lo vivido. “Mi intención era venir a terminarla, en ningún momento me esperaba ganarla…”. Mira a su alrededor continuamente como incrédula, como pretendiendo asimilar esa erupción volcánica que es ganar los 101 kilómetros de Ronda. Mucho ambiente a esa hora aún en la Alameda a pesar del frío que ya se va notando. Hablamos con Ana y nos cuenta que es traumatóloga y que ha trabajado unos cuantos años en Ronda y que está muy agradecida a todos esos viejos amigos y amigas que han ido a seguirla, apoyarla y verla durante la carrera y en la meta. ¡¡Cómo tiene que ser la sensación de ganar en un sitio donde no esperas hacerlo!!.
Al poco de hacerlo Ana Cerván aterriza en la línea de meta Patricia Scalise, la campeona argentina viene con una sonrisa puesta de oreja a oreja. Está feliz y nos fundimos en un abrazo. Buscamos a Nico que está emocionado de ver a Patricia conseguir un importantísimo resultado. Hoy estaba la pelea reñida y ser segunda también era una gesta cargada de mérito.
Estábamos esperando a la tercera clasificada que pasa como un rayo por la línea de meta. Difícil pillar la foto a la velocidad que ha pasado. Mónica Ferreira, después de pasar por un bache tremendo en el último sector de carrera entra en línea de meta en 11:53. Enorme el esfuerzo de las mujeres que fueron durante toda la carrera en un pañuelo.

Ana Cerván no se esperaba conseguir la victoria.

El saludo con Armada a su llegada a la Alameda del Tajo

Ana Cerván es de Marbella, pero ha vivido en Ronda mucho tiempo

Cerván, sonriente, celebra su éxito.

La campeona argentina Patricia Scalise rompía a llorar en su llegada a meta.

Scalise obtuvo un meritorio segundo puesto.

Scalise nos contó la locura de carrera en féminas.

Y así estaba la cosa y seguíamos recibiendo a marchadores en línea de meta. Gente luchando contra sí mismos para mejorar marca y entrar en la Alameda del Tajo antes de las 12 de la noche. Si bien el papel de los deportistas es meritorio, cuánto mérito tiene el de los acompañantes y el público. Aplaudiendo sin parar, animando, gritando. En los 101 kilómetros es imposible sentirse solo. Siempre hay algo de aliento para los que llegan.
Especial mención merecen los chicos de la organización de “Festival del Uranio” en Ronda que estuvieron dando soporte a los compañeros de los medios de comunicación durante todo el día y ofreciéndonos un seguimiento detallado de lo que iba ocurriendo en la aplicación. Así es todo más fácil, muchachos.
Llegan las doce de la noche y vamos bajando la música. Miro a los legionarios de la meta. Siguen impertérritos en su puesto poniendo medallas y felicitando a todos y cada uno de los cientouneros. La noche será larga para todos. Ahora quedan los que van a sufrir. Muchos todavía no han llegado al cuartel. Ahora vienen las horas de la soledad. De sacar lo mejor de nuestra cabeza ultrera.

Nosotros vamos a descansar. Mañana a las nueve tenemos que estar con todo listo para el final de fiesta.

Dedicatorias y motivos para todos los gustos

Luismi Ochoa después de hacer media carrera con el estómago cerrado

Homenajes para todos los gustos. En recuerdo de su tía, este corredor vistió una bata de guatiné

Un equipo de ultreros de Almería con muchos quilates.

A la mañana siguiente se vive todo con cierta intensidad. Aquello está a las nueve de la mañana como si fuesen a llegar los primeros clasificados. Gente a ambos lados de la línea de meta y gente agolpada en la calle Virgen de la Paz. Tal vez estas criaturas son las que más necesitan el apoyo de todos.
Vemos escenas de gente que llega absolutamente rota después de un tremendo esfuerzo. Esta es la esencia de los 101 kilómetros, pero también es lo que más miedo da. El mensaje del control médico previo a la prueba tiene que calar, el mensaje de que los 101 es una cosa que se termina con el corazón debe matizarse. Este año hemos vivido unos cuantos sustos y hay que ser conscientes de que, cuando corremos una carrera de ultrafondo, ponemos el cuerpo al límite.
Me asomo a la puerta de la Alameda. Me duele bastante la garganta y veo aparecer la camioneta escoba. Ahí viene Ortilles, empapado en sudor y empujando a los últimos corredores para que entren en tiempo en la línea de meta. Es una descripción gráfica para los 101 kilómetros. El último legionario empujando y animando al último corredor.

Momento selfie en la línea de meta

Llegada de un equipo con camiseta del Capitán América

"Que ya hemos llegado a meta" y otros mensajes que deseabas enviar

Muchos equipos entraron en las últimas horas de los 101

Fina y Nadine, dos ultreras del Valle del Genal

Saludamos y nos despedimos simbólicamente de nuestros vecinos, amigos y compañeros. En Ronda “La Legión” no es sólo una unidad militar, en Ronda La Legión son nuestros vecinos, nuestros compañeros del colegio, los que toman café donde tú lo haces, son tus propios amigos… La Legión somos nosotros… y nosotros, de algún modo, somos Legión.
Nos hemos ganado una barbacoa y pasaremos la tarde acompañados de amigos, comiéndonos unos pinchitos de cordero. Vamos en el coche y allá a lo lejos se elevan los dos Hachos, como ajenos a todo lo que allí ha ocurrido. Ahora empezará a pasar el tiempo y el año que viene, con el mes de mayo, vendrán los 101.
Si usted se ha calentado para hacerlos, entrene. Entrene porque si no lo hace, lo normal es que se le atraganten.

Hubo tiempo hasta para comer tarta

La llegada de Paco Contreras volvió a ser "trending topic"

Con Toto, en sus últimos 101. Electricista del 4º Tercio y buen tipo.

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